Apostar a la educación, a la formación de capital humano y a la capacitación en las aulas y en los campos permitirá alcanzar un sistema agroalimentario nacional más productivo, sostenible e inclusivo, subrayó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula.
Al participar en la ceremonia con motivo del centenario de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro, el funcionario federal expuso la importancia de hacer del sector agropecuario eje de crecimiento, desarrollo y fuente de bienestar para quienes habitan los territorios rurales y para el resto de la población.
Por ello, llamó a las instituciones de educación superior vinculadas a las ciencias agropecuarias a asumir un mayor protagonismo en la transformación del sector primario mexicano y ayudar en la construcción del marco institucional que le da soporte.
También, convocó a reforzar los sistemas de innovación, investigación, desarrollo de tecnología y fortalecer la integración de las cadenas de valor, industrialización y comercialización de bienes y servicios agropecuarios, entre otros.
Queremos que las y los jóvenes que habitan en los territorios rurales encuentren en las actividades agropecuarias y forestales una opción de futuro, de trabajo digno y de ingreso suficiente, que los arraigue a su tierra, expresó Villalobos Arámbula.
Destacó la importancia de dotar a los jóvenes estudiantes de las mejores herramientas que el conocimiento y la ciencia proveen e inculcarles sólidos valores de responsabilidad social.
El titular de Agricultura expuso que hoy en día, el gran desafío es abastecer de alimentos a una población que crece exponencialmente y suministrar materias primas a una economía mundial que se expande y cambia de manera dinámica.
Para ello, abundó, se requiere encontrar soluciones innovadoras que incorporen las más diversas áreas del saber humano, basadas en la ciencia, la tecnología y la innovación.
En su mensaje virtual ante la comunidad estudiantil, el secretario Villalobos Arámbula dijo que quienes abrazan esta profesión, adquiere un compromiso social ineludible.
Debemos identificarnos con quienes menos tienen, porque es en los territorios rurales donde existe mayor pobreza y marginación; es en el sector agrícola donde se acentúan las desigualdades y son los pequeños productores quienes necesitan más de nosotros. En esencia, todos debemos ser extensionistas, apuntó.
El 4 de marzo de 1923 se fundó la Escuela Regional de Agricultura Antonio Narro con el objetivo de preparar jóvenes en una disciplina profesional para las labores del campo, en 1938 es nombrada Escuela Superior de Agricultura y Ganadería del Estado de Coahuila.
De 1951 a 1953 depende del Instituto Tecnológico de Coahuila, como Escuela Superior de Agricultura Antonio Narro, y con la creación de la Universidad de Coahuila, en 1957, se incorpora a ésta como una de las instituciones fundadoras, año en el que el Congreso del Estado aprueba la iniciativa de transformación a Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro y se expide su primera Ley Orgánica.