Tres horas duró la crisis política en Bolivia, con un general que encabezó una intentona golpista denunciada por la comunidad internacional, para terminar detenido y asegurar que sólo “siguió órdenes” del presidente Luis Arce para “sacar los tanques” y mejorar su popularidad.
Bolivia quedó sumida ayer en una profunda crisis, con una intentona golpista que terminó con la denuncia, por parte del general que la encabezó, de que la orden vino del propio presidente, Luis Arce.
Fue el mismo mandatario quien lanzó la alerta en X, denunciando “movilización irregular de tropas”. Los eventos se precipitaron y poco después, el vicepresidente David Choquehuanca y el exmandatario Evo Morales denunciaban con claridad un intento de golpe de Estado, encabezado por el comandante de las Fuerzas Armadas, Juan José Zúñiga, y la concentración de militares y blindados afuera del Palacio de Gobierno, en el centro de La Paz, donde se encontraba Arce.