México ha tenido un comportamiento favorable en este rubro de inversión entre enero y julio de este año al mostrar un crecimiento del 20% en comparación con el mismo periodo de 2022. Para el doctor Carlos Serrano Herrera, economista jefe de BBVA México, representa una buena noticia porque además de ser positivo para el Producto Interno Bruto (PIB), incrementa el acervo en el capital del crecimiento a futuro.
Serrano precisa en su artículo ‘Claroscuros de la inversión en México’, publicado en el periódico El Financiero, que gracias al incremento que se ha tenido en la inversión en construcción de 20.6% así como en maquinaria y equipo de 19.2%, ambos indicadores han ayudado a que se revierta la caída que tuvo la inversión al inicio de este sexenio y que hoy representa un nivel de inversión total de 18%.
Es probable que con la apreciación del peso algunas empresas se hayan anticipado a sus compras de maquinaria y equipo importado
En primera instancia, el economista explica que esta mayor inversión en lo que respecta a maquinaria y equipo se vio rezagada como parte del impacto de la pandemia y los cuellos de botella que se provocaron después. Asimismo, destaca que es probable que con la apreciación del peso algunas empresas se hayan anticipado a sus compras de maquinaria y equipo importado y por último que esto signifique las “primeras señales del nearshoring” y por ende un optimismo por inversiones futuras.
Serrano detalla que del lado de la construcción “el componente residencial ha tenido una contracción este año de 1.3% mientras que el no residencial ha crecido a una impresionante tasa de 43%. Así, el nivel de construcción residencial está 18% por debajo del nivel que tenía al inicio de esta administración mientras que el de la no residencial está 62% por encima” y anticipa que el dato de contrucción residencial debería ser de preocupación, pues podría deberse a la cancelación de permisos por parte de esta administración y a la falta de nuevas propuestas ante el retiro de subsidios a la vivienda de interés social.
El titular de BBVA Research México también señala que en el caso de la construcción no residencial que 5% de los 43% puntos porcentuales de crecimiento se deben a una mayor inversión privada, que podría deberse “al menos parcialmente a la construcción de naves industriales en anticipación al nearshoring, lo cual también es desde luego positivo”. Sin embargo, los 38% puntos porcentuales restantes son producto del incremento de la construcción en el sector público, que en apariencia son esfuerzos para concluir los proyectos de obra pública de esta administración.
El economista precisa que la refinación es una actividad que está arrojando pérdidas para México y eso ha generado incertidumbre hacia el futuro por la alternativa que existe de que el mercado de autos eléctricos crezca, por lo que sugiere que “habría sido más eficiente importar gasolina o incluso adquirir más refinerías en Estados Unidos”. Con respecto al Tren Maya tampoco vislumbra que tenga ganancias considerables, pues la experiencia en el uso de ese transporte de pasajeros en algunos otras partes en el mundo “arroja pérdidas” y eso en México “implicará mayores presiones a las finanzas públicas en términos de subsidios para su operación”, por lo que prevé que la única obra de este gobierno que tiene potencial para el impacto económico sea el Corredor Transístmico, “pero es el que muestra mayor rezago”.
Serrano concluye que hacia el futuro las siguientes administraciones federales deberán considerar que los proyectos de inversión en obra pública sean pensados desde la percepción de costo-beneficio, considerando los impactos ambientales y sociales, así como su financiamiento. El buen comportamiento de la inversión hoy es un impulso a la economía mexicana que “puede sentar las bases para mayores tasas de crecimiento a futuro”.
El artículo se publicó en El Financiero el 12 de octubre de 2023 y puede consultarse en este link.