Al menos 268 muertos, muchos de ellos niños, y cientos de heridos y desaparecidos fue el saldo que dejó un terremoto en la principal isla indonesia de Java.
El sismo de magnitud 5,6 sacudió la ciudad de Cianjur, en Java Occidental, a una profundidad de 10 km, de acuerdo con datos del Servicio Geológico de EE. UU.
La Agencia Nacional para la Contramedida de Desastres, en su último reporte, subió la cifra de fallecidos y agregó que decenas de personas continúan desaparecidas.
Se estima que sobre un millar resultaron heridos, dijeron los funcionarios.
Los equipos de rescate trabajaron durante la noche para intentar salvar a otras personas que se cree que siguen atrapadas bajo los edificios derrumbados.
El terremoto se sintió a 100 kilómetros de distancia, en la capital, Yakarta. El lugar en el que se produjo está densamente poblado y es propenso a los desprendimientos de tierra, con casas mal construidas que quedaron reducidas a escombros en muchas zonas.
Según cifras proporcionadas por el goberandor, miles de personas habían sido desplazadas en la zona de Cianjur.
El jefe de la administración de la ciudad de Cianjur, Herman Suherman, dijo que la mayoría de los heridos tenían fracturas óseas.
«Las ambulancias siguen llegando desde los pueblos al hospital», declaró a primera hora del día la agencia de noticias AFP. «Hay muchas familias en los pueblos que no han sido evacuadas».
Muchos de los heridos fueron atendidos en el exterior, en el aparcamiento de un hospital, después de que éste se quedara sin electricidad durante varias horas tras el terremoto, sostuvo el gobernador de Java Occidental.
Los trabajadores de las oficinas se apresuraron a salir de los edificios durante el temblor, que comenzó a las 13:21 hora de Indonesia Occidental (WIT) del lunes, dijo la agencia.
«Estaba trabajando cuando el suelo debajo de mí se puso a temblar. Pude sentir claramente el temblor. Intenté no hacer nada para procesar lo que era, pero se hizo más fuerte y duró algún tiempo», dijo a AFP la abogada Mayadita Waluyo.
Los terremotos son habituales en Indonesia, que se encuentra en la zona del «anillo de fuego» de la actividad tectónica del Pacífico. El país tiene un historial de terremotos y tsunamis devastadores, con más de 2.000 muertos en un terremoto en Sulawesi en 2018.